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En dos extensas reflexiones redactadas por el compañero Fidel, se nos lleva por un recorrido histórico explicando las causas del conflicto en el Tibet, así como las distintas circunstancias por las que ha pasado el gigante asiático.
A continuación les dejo los link de los artículos pero si es un lector apurado le ofrezco el final de la segunda reflexión que abarca el contenido de ambas, pero no deja de ser menos importante la lectura integra de los textos.

La victoria china (Parte II)
La victoria china (Parte I)

En obras elaboradas por prestigiosos investigadores de Estados Unidos, se divulgó lo ocurrido en el territorio chino del Tíbet.

El libro La guerra secreta de la CIA en el Tíbet, de Kenneth Conboy —University Press, de Kansas—, se describe la sucia entraña de la conspiración. William Leary lo define como "un estudio excelente e impresionante sobre una de las operaciones secretas de la CIA más importantes durante la guerra fría".

En el curso de dos siglos, ni un solo país en el mundo había reconocido el Tíbet como nación independiente. Lo consideraban parte integrante de China. En 1950 India lo conceptuaba de esa forma, después del triunfo de la revolución comunista. Inglaterra adoptó la misma conducta. Estados Unidos hasta la Segunda Guerra Mundial lo consideraba parte de China, e incluso presionaba a Inglaterra en ese sentido. Tras la guerra, en cambio, lo vieron como un baluarte religioso contra el comunismo.

Cuando la República Popular China aplicó la reforma agraria en los territorios tibetanos, su élite social no aceptó que sus propiedades e intereses fuesen afectados. Esto condujo a un levantamiento armado en 1959. La rebelión armada en el Tíbet —a diferencia de la de Guatemala, Cuba y otros países, donde actuaron con apremio— fue preparada durante años por los servicios secretos de Estados Unidos, según consta en las investigaciones mencionadas anteriormente.

Otro libro —que es apologético en este caso de la CIA—, Los guerreros de Buda, cuyo autor es Mikel Dunshun, cuenta cómo la institución llevó a cientos de tibetanos a Estados Unidos, condujo la rebelión, la equipó, envió paracaídas con armamentos, los formó en la utilización de los mismos, a la vez que se movían a caballo, como lo hacían los guerrilleros árabes. El prólogo de la obra fue redactado por el Dalai-Lama, quien expresa: "Aunque tenga el profundo sentimiento de que la lucha de los tibetanos sólo podrá triunfar por un enfoque a largo plazo utilizando medios pacíficos, siempre he admirado a estos combatientes de la libertad por su valor y su determinación inquebrantables".

El Dalai-Lama, condecorado con la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, alabó a George W. Bush por sus esfuerzos en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos.

La guerra en Afganistán fue calificada por el Dalai-Lama como "una liberación", la guerra de Corea como "semiliberación" y la de Viet Nam como "un fracaso".

Hice apretada síntesis de datos tomados por Internet, del sitio Rebelión especialmente. No incluí, por razones de espacio y tiempo, las páginas de cada libro donde aparecen con precisión las palabras textuales utilizadas.

Hay personas que padecen de chino-fobia, un hábito bastante generalizado en muchos occidentales, acostumbrados, por educación y cultura diferentes, a mirar con desprecio lo que viene de China.

Era yo niño prácticamente, cuando ya se hablaba del "peligro amarillo". La revolución china parecía entonces un imposible; las causas verdaderas del espíritu antichino eran en el fondo racistas.

¿Por qué tanto se empeña el imperialismo en someter a China, de forma directa o indirecta, a un desgaste internacional?

Antaño, es decir, hace 50 años, para negarle las prerrogativas heroicamente ganadas como miembro pleno del Consejo de Seguridad; después, con motivo de los errores que condujeron a las protestas de Tiananmen, donde se endiosaba a la Estatua de la Libertad, símbolo de un imperio que es hoy la negación de todas las libertades.

La legislación de la República Popular China se esmeró en la proclamación y aplicación del respeto al derecho y a la cultura de 55 minorías étnicas.

La República Popular China, a la vez, es sumamente sensible a todo lo que se relaciona con la integridad de su territorio.

La campaña orquestada contra China es como un toque de clarín llamando a degüello para deslucir el merecido éxito del país y su pueblo como anfitriones de los próximos Juegos Olímpicos.

El Gobierno de Cuba emitió una declaración categórica de apoyo a China respecto a la campaña contra ella vinculada al Tíbet. Fue correcta esa posición. China respeta el derecho de los ciudadanos a creer o no creer. Hay, en ese país, grupos de creyentes musulmanes, cristianos católicos y no católicos y de otras creencias, y decenas de minorías étnicas, cuyos derechos están garantizados en su Constitución.

En nuestro Partido Comunista, la religión no es obstáculo para ser militante.

Respeto el derecho a creer del Dalai-Lama, pero no estoy obligado a creer en el Dalai-Lama.

Tengo muchas razones para creer en la victoria china.

Fidel Castro Ruz
Marzo 31 de 2008
5 y 15 p.m.

3 Comments:

  1. Unknown said...
    Y por que tu piensas que alquien te quiera callar?
    Anónimo said...
    Jajaja, buena opinion, te explico, ese titulo se debe a una protesta, o sea surge cuando el rey de españa se atrevio a maandar a callar al presidente Chaves, luego tome el nombre no me callare como un simbolo queriendo decir que ningun sistema imperial hará Que se me enfrie el pensamiento.
    La Razon said...
    Hola si quieren estar mas informado acerca de la realidad cubana...
    visiten el home del blog
    http://nomecallare.blogspot.com
    espero opiniones de los lectores.
    Saludos

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