Nunca me podran callar...

Hoy precisamente he estado conversando con una persona, exponiéndole mis puntos de vista, mi forma de pensar acerca de la realidad latinoamericana, y en general tercermundista. Esta persona ha contestado a mi exposición con las más crueles y despiadadas infamias que me han hecho comprender el sentimiento racista que acompaña a cada ser humano, inculcado por cada régimen a sus súbditos.

Frases que achacan nuestro problema al fatalismo geográfico vienen de boca de estos xenófobos, parecen no recordar que su mal llamada raza superior vivía en la más absoluta barbarie, mientras pueblos como el egipcio dominaba conceptos, y no citemos el mundo asiático por no provocar tal desprestigio.

Se me ha colmado la paciencia cuando me ha dicho que comparase a un sudamericano con “cara de mono”- como simpáticamente se refirió a un coterráneo boliviano, venezolano, peruano o cualquier otro miembro de la cultura indígena o derivado de la genealogía de estos pueblos, o sea la mayoría étnica de nuestro continente (me refiero al sur solamente)- con un inglés, un norteamericano puro, un suizo etc. De tal comparación yo obtendría como resultado que el primero estaba en la base de la cadena evolutiva mientras el segundo era líder.

Mientras el lector sigue mis líneas, posiblemente al igual que mi compañero haya sido inducido a compartir esta bárbara e injustificada afirmación.

Esos indígenas, nosotros los sudamericanos, el resto de los países pobres hemos sido saqueados, engañados, divididos y ahora mismo en el presente hemos sido desinformados. Los grandes medios se han salido con la suya haciendo creer a nuestra mixta raza el hecho de su inferioridad y por ende su mediocridad. Nuestros problemas descansan sobre la base de la mala administración por parte de nuestros “cara de mono”, o en su efecto por vía del narcotráfico que financiamos, el alcohol que consumimos, la falta de capacidad técnica y científica etc.

Parece que se ignora el elevado robo de cerebros, la falta de acceso a la educación, lo cual ha devenido en un embrutecimiento generalizado de la población hasta niveles tan elevados que hacen comparable el nivel intelectual de un ciudadano común analfabeto al de un hombre primitivo de las cavernas. Todo esto favorece sin dudas a las expectativas de los jerarcas internacionales, como diría Martí “Ser cultos para ser libres” y no es un simple refrán, si somos un pueblo inculto y dividido, entonces otro pueblo culto y unido nos dominará, como acontece actualmente.

Pero no basta con ser culto, pues aplicando el principio de seres despreciables -que no me tomaré la molestia de mencionar- “Una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad” nos han hecho dudar de las personas más humildes que nos han tratado de ayudar a sobresalir, y a tomar decisiones por nuestra propia cuenta. Si, estas personas encabezan lo que se ha llamado “Gobiernos de izquierda”, he publicado una encuesta viendo el apoyo a los gobiernos de izquierda y he obtenido como resultado, que nadie -salvo alguna excepción-, con una procedencia social acomodada apoya a dichos gobiernos, claro que no, es obvio ellos representan el fin del sometimiento, y sin someter a alguien es imposible ser multimillonario, sin embargo he visto como personas procedentes de sectores humildes retiran su apoyo a estos gobiernos, que representan la única esperanza para sus desdichadas vidas. A caso no se dan cuenta de que el orden mundial actual, nunca devendrá en mejoras para sus vidas, que serán pisoteados, abochornados por shows como los de la Cristina, o destinados a papeles secundarios en la vida de supuestos seres superiores. A caso no se dan cuenta de estas cosas, no ven que les desprecian, por qué entonces apoyan al enemigo, por qué no brindar incondicionalmente su alma a un gobierno como el de Chávez, con una visión próspera para los pobres del mundo, que dicho sea de paso somos la mayoría.

Agradezco a la revolución cubana el haberme educado, para poderme dar cuenta de la realidad mundial, y con el mismo esfuerzo impuesto en mi desarrollo personal, redactaré y trataré de hacer llegar mi mensaje a lo más recóndito de sus corazones, tal como lo hicieron los apóstoles con el mandato del señor Jesús, no queda otra alternativa, de no ser así acabaremos como empezamos, pisoteados.

Revolucionariamente, Hasta la Victoria Siempre.

Viva Fidel, Viva Raúl, viva Chávez, viva el socialismo.

Socialismo o muerte, Venceremos.